Escuela Infantil Bambinos | Baby Human. Andar - Escuela Infantil Bambinos
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Andar

Baby Human. Andar

Baby Human, serie galardonada en varias categorías importantes, explora a lo largo de seis capítulos el mundo del bebé.

 
El programa sigue a varios pequeños que no superan los veinticuatro meses, para ser testigos de cómo van aprendiendo a andar, hablar, comprender…
Hoy, Escuela Infantil Bambinos, le dedica su espacio a una de las tres habilidades más básicas, andar.

 

Durante los primeros 18 meses se produce un periodo de cambios, experimentación y exploración en el cual el bebé adquiere nueva información y desarrolla capacidades motrices. Sentarse, gatear y posteriormente ponerse de pie, dominando así los movimientos en cada etapa.

 
Nacemos programados para el movimiento, pero la manera de desarrollarlo depende de uno mismo y del paso del tiempo. Cada movimiento que realizamos desde bebés abre nuevas vías a nuestro cerebro y sienta las bases para el futuro desarrollo.

 
Reflejo de marcha automática (talón-dedos, alternando las piernas). Con un poco de ayuda se consigue realizar pequeños pasos utilizando de apoyo al adulto.
A los dos meses los bebés comienzan a dar patadas, las cuales simulan el reflejo de marcha pero desde otra posición estimulando y reforzando los músculos. Además el bebé en ese tiempo también quiere explorar este mundo que le rodea, y es por ello que tiene que intentar darse la vuelta cuando está situado boca abajo, ya que el peso de su cabeza es mayor que el de su cuerpo y no puede mantenerla durante mucho tiempo en alto para ojear lo que hay a su alrededor. Con el paso de los meses ya tienen fortalecidas algo más las piernas. Esto le permite ir girando poco a poco y por fin darse la vuelta por sí solo. Una vez conseguido esto, el propio bebé ya puede controlar la vista y se abre un mundo completamente nuevo donde explorar y desarrollar sus capacidades.

 
También se nace con el reflejo de agarre, y antes de agarrar objetos con las manos lo hacemos incluso con los pies adquiriendo, tiempo después, la capacidad de guiar con la mirada sobre el objeto que queramos. Con esto la actividad cerebral se estimula cada vez más. Y por fin conseguimos sentarnos, adquiriendo equilibrio con ayuda de las manos y pies, pudiendo así, controlar lo que vemos como seres algo más independientes. Durante el proceso de adquirir la capacidad de estar en vertical aprendemos el valor de la perseverancia. Cuando logramos controlar el equilibrio estando sentados, el siguiente paso será controlar ese equilibrio a la hora de intentar coger un objeto (cabeza, brazos, ojos y piernas, trabajándolo de manera conjunta).

 
Una vez dominado esto, el bebé empieza a vivir nuevas experiencias hasta adquirir la noción de altura o peso. Apoyarse en objetos para mantenerse en posición vertical para conseguir la posición erguida e ir adquiriendo la postura correcta para ponerse a andar y conseguir un equilibrio total. Cuando el bebé se ve seguro de sí mismo y sus articulaciones estén fortalecidas, empezará a avanzar con equilibrio y sin apoyos con el fin de llegar a su objetivo.