Cada niño nace con una preciada llama dentro de sí
Cada niño nace con una preciada llama dentro de sí
Una llama interior de asombro y potencial de comenzar
Esta llama ilumina el camino que se extiende hacia adelante encendiendo la curiosidad y reavivando la pasión
Pero hay momentos en que esta llama es desafiada desde adentro y desde afuera
La llama puede flaquear bajo presión
Puede ser ahogada por inseguridades personales
Si bien los niños pueden llegar a tropezar, nunca estarán perdidos
Los maestros estarán protegiendo esas llamas a cualquier costo junto con una familia atenta y cariñosa
Son los maestros quienes permanecen al lado de cada alumno
Tanto en las alegrías de la vida, como también en las tristezas
Estos custodios de las llamas pueden ayudar y guiar
Porque ellos comparten esa llama del aprendizaje que brilla fuerte desde dentro
Estos maestros conocen el corazón del niño
Ellos valoran todo tipo de inteligencia
Los maestros ayudan a cada niño a escalar más alto y más lejos a lo largo del tiempo, y a adueñarse de los desafíos durante su misión, a aprender y a vivir lo que hacen mejor
Los maestros celebran sus triunfos y les protegen en las tormentas para mantener la llama brillante, encendida y cálida
Y entonces, es hora de devolverles la mirada, a ellos, los custodios de la llama, agradecerles su pasión y darles un gran reconocimiento por su conocimiento, investigación, ciencia y arte que les permite ser custodios de las mentes y corazones
Para mejorar nuestras escuelas tenemos una elección: el escuchar la voz de los maestros
Voces tan diversas que protegen la llama interior de cada alumno con el don de saber qué es lo correcto para mantener cada espíritu brillando fuerte
Entonces, imaginemos a nuestros maestros a la hora de imaginar y diseñar escuelas que mantengan nuestra llama encendida y que permita que cada niño brille.
“La educación no es llenar un balde, sino encender un fuego” William Butler Yeats