Consejos veraniegos
Una alimentación, en la que los protagonistas sean el desayuno y la merienda, sana y nutritiva a base de lácteos, frutas y cereales o derivados cárnicos cargando a los más pequeños de energía para empezar y continuar la jornada.
Una cuidada exposición al sol de los niños es muy beneficiosa porque va a favorecer su circulación sanguínea, va a estimular la síntesis de la vitamina D y ayudará en la sanación de algunos problemas de piel, pero es importante saber dónde están los límites. Debemos cuidar la piel de los niños en verano protegiéndolos del sol e intentando evitar su exposición entre las 12 y las 17 horas. La protección solar es clave y debemos consultarlo con sus pediatras. Además, no olvides su sombrerito, gorra y gafas de sol.
El juego de los más pequeños en lugares abiertos es muy importante, porque el aire libre es esencial para la salud y bienestar de los niños. Razones con bases científicas dicen que esto ayuda a hacerse más resistente a enfermedades, se reduce estrés y aumenta la capacidad de atención…
Ojo con los aparatos de aire acondicionado, se calcula que el 20% de los resfriados infantiles se producen en verano debido a la mala utilización del aire acondicionado. Incluso los bebés pueden beneficiarse de él siempre y cuando la temperatura del hogar no sea muy baja.
Lo más normal es que los peques que ya andan y los que son más mayores, realicen muchas más actividades y ejercicios en verano siendo su sueño más largo y mejor. Además, como es normal trasnochar un poco más de lo habitual, fomentaremos la costumbre de una buena siesta a mediodía. Lo importante es que nuestros niños tengan una media de sueño diaria de más de 8 horas.
Desde Escuela Infantil Bambinos, os deseamos un inmejorable verano en familia…