Nadar en edad infantil
Aprender a nadar es una prioridad. La natación es uno de los deportes más completos, incluso en el caso de los niños, que pueden empezar a familiarizarse con el agua desde que son bebés.
Con la natación, vamos a trabajar y ejercitar los músculos, la coordinación motora, los sistemas circulatorio y respiratorio, y además, vamos a desarrollar la autoconfianza de los niños y niñas.
La mayoría de los pediatras aconsejan la práctica de este deporte porque se estimula la capacidad cardiorrespiratoria, desarrolla en armonía todo el organismo y relaja la tonicidad muscular acumulada del día.
El agua y la natación son muy accesibles a cualquier edad, y de hecho, cuanto más temprano se empiece y se tenga contacto con el agua, más fácil y mejor adaptación se va a tener.
Hoy en día, la matronatación (una forma de estimulación acuática para el bebé), es una de las actividades más demandada por padres y madres con sus bebés.
Así como antes se esperaba a los 3 o 4 años para llevar a los niños y niñas a natación, ahora, está demostrado que los bebés de menos de un año se adaptan al agua más rápido y mejor que niños más mayores, sirviéndoles como estimulación temprana.
Con cuatro añitos, los niños ya van a contar con la capacidad de coordinación de movimientos ideal para nadar, y será a partir de los seis cuando se les empiece a enseñar las primeras técnicas y modalidades, estilos y saltos…
Con la natación, los niños y niñas van a adquirir muchísimos beneficios. Van a mejorar su resistencia. Van a adquirir coordinación y equilibrio. Nadando se desarrollan mejor físicamente, psicológicamente y socialmente. Con ejercicios moderados se consigue relajamiento, aumentará su apetito, y además, van a ejercitar todas las partes de sus cuerpos.